Todos conocemos la historia de Adan y Eva. Todos sabemos como Dios les dio por morada un paraiso en donde ellos vivian sin miedos y en completa armonia espiritual entre ellos y con el ambiente y otros Seres que los rodeaban. Sin Embargo, Dios les hizo una advertencia: «De todo árbol del huerto podrás comer; pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no comerás, porque el día que de él comas, ciertamente morirás» (Génesis 2:17)
Muchas teorias y suposiciones se han hecho al respecto. Lo cierto es que, antes de que Eva comiera del fruto del “Arbol Prohibido” y lo compartiera con Adan, sus vidas eran completamente espiritual. En ellos no existian envidias, ni egoismos ni la necesidad de controlar o competir; una vez que el “Fruto” fue probado, todo cambio. De repente se dieron cuenta que estaban desnudos y la vanidad nacio…las dudas los inavadieron …los miedos crecieron en ellos y con estos, la necesidad de tener o ambicionar lo que otros tenian…Fue asi como el Ego hizo su aparicion en la historia de la humanidad.
Esta es la historia de Carmen y Juan. Ellos se conocieron y al hacerlo una musica emergio desde sus espiritus y magicamente comenzaron a danzar al ritmo de una hermosa melodia que solo ellos podian escuchar. Su danza, era como aquellas danzas de ballet en donde la armonia de los movimientos y la gracia de los ejecutantes son verdaderas obras de arte. Nada estaba fuera de lugar; Carmen y Juan eran capaces de adivinar el siguiente movimiento de cada uno y sin pensarlo se aprestaban raudos a apoyarse mutuamente sin protestas y sin preguntas. Ninguno le imponia ritmos al otro. En algunas oportunidades, uno de los dos iniciaban una danza en solitario y entonces el otro se complacia solo en aceptar su deseo y admirarlo. No habia imposiciones, todo era fluido y espontaneo. Para Carmen y Juan no existia mas mundo que ellos dos, solo importaba el disfrute mutuo de su Danza. Ellos vivian en su Paraiso, en su Jardin del Eden.
Pero tal como les paso a Adan y Eva, Carmen y Juan probaron del fruto del “Arbol prohibido” y todo cambio para ellos. Fue entonces cuando descubrieron que habia un publico admirando su danza y sus aplausos les causaron placer. Con el tiempo, los aplausos se hicieron mas importantes que la danza y ocurrio de que se encontraron danzando ya no por el sublime placer de compartir entre ellos esa musica, sino por lo aplausos. Ya no importaba si los movimientos eran o no del gusto del otro…lo que importaba ahora era que estos generaran aplausos entre el publico y entonces, comenzo la competencia por obtener mas y mas aplausos. Sus movimientos se hicieron torpes, ya no tenian gracia. Para garantizarse los aplausos cada uno forzaba a el otro a ritmos y pasos elaborados convirtiendo la bella danza de ballet es una sesion de aerobics en donde un instructor lleva el ritmo e indica los pasos a seguir y en donde lo importante es la actividad fisica y no la gracia conque se ejecuta el baile; De esta manera, Carmen y Juan iniciaron una lucha por ocupar el lugar del instructor; ya ni siquiera el publico los satisfacia, sino el placer de sentirse con el poder de manejar la situacion.
El aerobics vencio su resistencia y entonces comenzaron a a#orar la paz y la alegria que tuvieron cuando bailaban ballet y en un intento desesperado, cada uno procuro llamar la atencion improvisando piruetas con el proposito de motivar al otro a acompa#arlo; pero, ya no escuchaban la misma melodia. Los acordes escuchados por cada uno eran diferentes y se encontraron incapaces de seguir los pasos del otro. Un dia, agotados por el esfuerzo de querer recuperar lo que habian perdido, se detuvieron y se miraron frente a frente y….no pudieron reconocerse…eran dos extra#os…
Juan y Carmen comprendieron, como Adan y Eva lo hicieron antes, la razon de la advertencia de Dios. El fruto del arbol prohibido, mas alla de toda simbologia, es el Ego. Por eso se le describe como llamativo y tentador. El Ego, te invita a vivir de los aplausos, te promete una vida llena de orgullo, de vanidad, de ambicion y de Poder que te envuelven en un cumulo de sensaciones y sentimientos que construyen a tu alrededor una falsa idea de felicidad.
Tal es la fuerza que el Ego puede ejercer en ti, que eres capaz de abandonarlo todo, incluso hasta tu Alma, para ir en busqueda de los “tesoros” que te ofrece… pero el mundo del Ego es un mundo cruel, pues una vez que entras en El, nunca encuentraras la satisfaccion que persigues y estaras encerrado en un circulo vicioso queriendo siempre mas y mas en una continua busqueda que nunca terminara. Recorriendo este camino sin final, te llenas de frustraciones, odios, depresiones, ansiedades y miedos….
“ Si comes del fruto, sin duda moriras…” sentencio Dios. Evidentemente la sentencia no se referia a una muerte fisica, sino a la muerte espiritual. Pero nunca es tarde para volver a nuestro punto de origen. Nunca es tarde para abandonar la tentacion del Ego y comenzas a reencontrar nuestra conexion espiritual, aquella que nos llevara de nuevo a el “paraiso” donde nacimos en en donde nos espera otra gran arbol “ el arbol de la vida” el cual nos asegurara la Luz Eterna.
Muchas teorias y suposiciones se han hecho al respecto. Lo cierto es que, antes de que Eva comiera del fruto del “Arbol Prohibido” y lo compartiera con Adan, sus vidas eran completamente espiritual. En ellos no existian envidias, ni egoismos ni la necesidad de controlar o competir; una vez que el “Fruto” fue probado, todo cambio. De repente se dieron cuenta que estaban desnudos y la vanidad nacio…las dudas los inavadieron …los miedos crecieron en ellos y con estos, la necesidad de tener o ambicionar lo que otros tenian…Fue asi como el Ego hizo su aparicion en la historia de la humanidad.
Esta es la historia de Carmen y Juan. Ellos se conocieron y al hacerlo una musica emergio desde sus espiritus y magicamente comenzaron a danzar al ritmo de una hermosa melodia que solo ellos podian escuchar. Su danza, era como aquellas danzas de ballet en donde la armonia de los movimientos y la gracia de los ejecutantes son verdaderas obras de arte. Nada estaba fuera de lugar; Carmen y Juan eran capaces de adivinar el siguiente movimiento de cada uno y sin pensarlo se aprestaban raudos a apoyarse mutuamente sin protestas y sin preguntas. Ninguno le imponia ritmos al otro. En algunas oportunidades, uno de los dos iniciaban una danza en solitario y entonces el otro se complacia solo en aceptar su deseo y admirarlo. No habia imposiciones, todo era fluido y espontaneo. Para Carmen y Juan no existia mas mundo que ellos dos, solo importaba el disfrute mutuo de su Danza. Ellos vivian en su Paraiso, en su Jardin del Eden.
Pero tal como les paso a Adan y Eva, Carmen y Juan probaron del fruto del “Arbol prohibido” y todo cambio para ellos. Fue entonces cuando descubrieron que habia un publico admirando su danza y sus aplausos les causaron placer. Con el tiempo, los aplausos se hicieron mas importantes que la danza y ocurrio de que se encontraron danzando ya no por el sublime placer de compartir entre ellos esa musica, sino por lo aplausos. Ya no importaba si los movimientos eran o no del gusto del otro…lo que importaba ahora era que estos generaran aplausos entre el publico y entonces, comenzo la competencia por obtener mas y mas aplausos. Sus movimientos se hicieron torpes, ya no tenian gracia. Para garantizarse los aplausos cada uno forzaba a el otro a ritmos y pasos elaborados convirtiendo la bella danza de ballet es una sesion de aerobics en donde un instructor lleva el ritmo e indica los pasos a seguir y en donde lo importante es la actividad fisica y no la gracia conque se ejecuta el baile; De esta manera, Carmen y Juan iniciaron una lucha por ocupar el lugar del instructor; ya ni siquiera el publico los satisfacia, sino el placer de sentirse con el poder de manejar la situacion.
El aerobics vencio su resistencia y entonces comenzaron a a#orar la paz y la alegria que tuvieron cuando bailaban ballet y en un intento desesperado, cada uno procuro llamar la atencion improvisando piruetas con el proposito de motivar al otro a acompa#arlo; pero, ya no escuchaban la misma melodia. Los acordes escuchados por cada uno eran diferentes y se encontraron incapaces de seguir los pasos del otro. Un dia, agotados por el esfuerzo de querer recuperar lo que habian perdido, se detuvieron y se miraron frente a frente y….no pudieron reconocerse…eran dos extra#os…
Juan y Carmen comprendieron, como Adan y Eva lo hicieron antes, la razon de la advertencia de Dios. El fruto del arbol prohibido, mas alla de toda simbologia, es el Ego. Por eso se le describe como llamativo y tentador. El Ego, te invita a vivir de los aplausos, te promete una vida llena de orgullo, de vanidad, de ambicion y de Poder que te envuelven en un cumulo de sensaciones y sentimientos que construyen a tu alrededor una falsa idea de felicidad.
Tal es la fuerza que el Ego puede ejercer en ti, que eres capaz de abandonarlo todo, incluso hasta tu Alma, para ir en busqueda de los “tesoros” que te ofrece… pero el mundo del Ego es un mundo cruel, pues una vez que entras en El, nunca encuentraras la satisfaccion que persigues y estaras encerrado en un circulo vicioso queriendo siempre mas y mas en una continua busqueda que nunca terminara. Recorriendo este camino sin final, te llenas de frustraciones, odios, depresiones, ansiedades y miedos….
“ Si comes del fruto, sin duda moriras…” sentencio Dios. Evidentemente la sentencia no se referia a una muerte fisica, sino a la muerte espiritual. Pero nunca es tarde para volver a nuestro punto de origen. Nunca es tarde para abandonar la tentacion del Ego y comenzas a reencontrar nuestra conexion espiritual, aquella que nos llevara de nuevo a el “paraiso” donde nacimos en en donde nos espera otra gran arbol “ el arbol de la vida” el cual nos asegurara la Luz Eterna.