Lo repetiré una vez más por si acaso todavía queda alguien que no lo haya leído: Lo primero que tienes que hacer es encarar el hecho de que has estado viviendo una ilusión de felicidad que solo busca alimentar nuestro Ego y no nuestro espíritu. Lo segundo es comprender que probablemente has estado viviendo con ideas y conceptos equivocados sobre temas como el amor, la libertad o la felicidad. Lo tercero es no etiquetar y no tener expectativas. Si hemos podido captar con exactitud lo que estas 3 ideas significan, entonces ya podríamos decir que van en camino de despertar.
El siguiente paso? Amigos míos si los pasos anteriores les han parecido complicados, prepárense porque el que viene es uno de los más difíciles: El Perdón.
Que es el Perdón? El perdón no es otra cosa que el deslastrarse de los pesos sentimentales que nos atormentan y no nos dejan continuar nuestro camino en libertad. Permítanme explicarme mejor.
Hemos visto como basamos nuestra felicidad física en base a nuestro Ego. Pero que pasa si alguien o algo afecta nuestro Ego? Cuando ocurre nos sentimos atacados y como reacción natural contra atacamos. Si alguien nos insulta, insultamos. Si alguien nos hiere siempre buscamos la forma de hacerle pagar con al menos un dolor similar. No estoy diciendo que esa sea la actitud correcta, solo describo cual es la reacción natural.. Ahora, todo es perfecto siempre y cuando ocurran dos cosas: Primero, tengamos la oportunidad de contra atacar y segundo, consideremos que nuestra afrenta quedó paga con el golpe que devolvimos. Si no ocurren estas dos cosas entonces es cuando comienza a crearse un pequeño infierno en nuestro interior: nuestra sangre hierve, el deseo de venganza se apodera de nosotros, el resentimiento no enceguece y el odio se convierte en una motivación. Esa es la parte negativa del Ego; porque en esas circunstancias solo nos consideramos felices cuando nuestro Odio es alimentado y creanme amigos, el Odio es un pozo sin fin; una vez que comenzamos a odiar, es muy dificil que demos marcha atrás. Sólo reaccionando y viendo las cosas no desde el punto de vista fisico, sino espiritual, podemos desprendernos de ese maligno sentimiento.
El perdón es entonces un acto Espiritual. El Ego no tiene nada que ver con esto. Es sólo a través del espíritu que logramos perdonar. Porque sólo perdonamos cuando aceptamos que fué nuestro Ego quien fué agredido.
Lo más importante de todo esto es que no debemos perdonar por los demás, debemos perdonar por nosotros. Los sentimientos adversos que nos rodean cuando no perdonamos nos afectan física y espiritualmente. Nos bloquean y nos conducen a una espiral de negatividad que envenena nuestra alma. Lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos es perdonar; perdonarnos nosotros y perdonar a aquel que nos ha herido de cualquier forma; repito, no por ellos sino por nosotros mismos.
Lo más sencillo es perdonar a otros; lo verdaderamente complicado es perdonarnos nosotros mismos. En general, somos crueles con nosotros, nos atrae ser víctimas e insistimos en auto-castigarnos. Esto es típico de aquellos que están dormidos. Si hemos cometido alguna falta, o dejamos escapar una oportunidad o por alguna razón no podemos cumplir con la meta que nos trazamos recurrimos a culparnos y censurarnos.
Quieren que les diga algo? En el 99% de los casos nadie hiere a nadie a propósito. La gran mayoría de las personas (incluyéndonos) no afectan a los demás deliberadamente. Piensen en el peor asesino. Piensen en los padres abusivos. Piensen en el Empleador déspota. Piensen en el amante traidor. La gran mayoría de ellos hacen lo que hace porque tienen una motivación (basada en sus necesidades y programaciones mentales). Así que antes de culpar y comenzar la espiral de resentimiento y odio, analicemos las motivaciones que empujaron a otros a herirnos y las motivaciones que nos empujaron a nosotros a auto-herirnos. El problema es que nos encanta juzgar y lo peor es que más de las veces no somos nada objetivos al momento de hacerlo, porque juzgamos en base a las etiquetas que imponemos y a nuestras programaciones. El perdón debe venir entonces como consecuencia del análisis que hagamos del juicio que hicimos sobre lo que nos afectó y quienes ejecutaron la acción. Una vez que revisemos las motivaciones y programas involucrados allí nos damos cuenta que sólo es nuestro Ego quien está resentido.
Ahora bien, perdonar no es olvidar. Pero tampoco es guardar resentimientos. Alguien nos hirió?, analizó que motivaciones tuvo y entonces me doy cuenta que esa persona realmente actuó de acuerdo a sus programaciones. Decido perdonarlo y no sentirme afectado por lo que sucedió, pero lo hago por mí, por mi bienestar físico y espiritual. Pero, ya conozco a la persona y ya se sus motivaciones y sus programas. La idea es no volver a tropezar con la misma piedra dos veces.
Quiero hacer énfasis en algo. Cuando no perdonamos nos envuelve una atmósfera de negatividad. Generamos energía negativa y esta se nos devuelve bloqueándonos. Nuestro resentimiento nos empuja a enviar deseos negativos contra aquel que consideremos culpable de nuestra situación, esos deseos afectarán a quien va dirigido y nos afectarán a nosotros también. Si esto ocurre individualmente, imagínense lo que puede ocurrir en situaciones grupales en donde varias personas tienen el mismo resentimiento hacia la misma (o las mismas personas) por la misma causa. Piensen en lo que está ocurriendo en nuestro País y de seguro identificarán a que me refiero.
Despertar es Perdonar. Pero más que perdonar, es no Juzgar; porque no tenemos ningún derecho para juzgar a otra persona por aquello de que el que esté libre de culpa que lance la primera piedra….
El siguiente paso? Amigos míos si los pasos anteriores les han parecido complicados, prepárense porque el que viene es uno de los más difíciles: El Perdón.
Que es el Perdón? El perdón no es otra cosa que el deslastrarse de los pesos sentimentales que nos atormentan y no nos dejan continuar nuestro camino en libertad. Permítanme explicarme mejor.
Hemos visto como basamos nuestra felicidad física en base a nuestro Ego. Pero que pasa si alguien o algo afecta nuestro Ego? Cuando ocurre nos sentimos atacados y como reacción natural contra atacamos. Si alguien nos insulta, insultamos. Si alguien nos hiere siempre buscamos la forma de hacerle pagar con al menos un dolor similar. No estoy diciendo que esa sea la actitud correcta, solo describo cual es la reacción natural.. Ahora, todo es perfecto siempre y cuando ocurran dos cosas: Primero, tengamos la oportunidad de contra atacar y segundo, consideremos que nuestra afrenta quedó paga con el golpe que devolvimos. Si no ocurren estas dos cosas entonces es cuando comienza a crearse un pequeño infierno en nuestro interior: nuestra sangre hierve, el deseo de venganza se apodera de nosotros, el resentimiento no enceguece y el odio se convierte en una motivación. Esa es la parte negativa del Ego; porque en esas circunstancias solo nos consideramos felices cuando nuestro Odio es alimentado y creanme amigos, el Odio es un pozo sin fin; una vez que comenzamos a odiar, es muy dificil que demos marcha atrás. Sólo reaccionando y viendo las cosas no desde el punto de vista fisico, sino espiritual, podemos desprendernos de ese maligno sentimiento.
El perdón es entonces un acto Espiritual. El Ego no tiene nada que ver con esto. Es sólo a través del espíritu que logramos perdonar. Porque sólo perdonamos cuando aceptamos que fué nuestro Ego quien fué agredido.
Lo más importante de todo esto es que no debemos perdonar por los demás, debemos perdonar por nosotros. Los sentimientos adversos que nos rodean cuando no perdonamos nos afectan física y espiritualmente. Nos bloquean y nos conducen a una espiral de negatividad que envenena nuestra alma. Lo mejor que podemos hacer por nosotros mismos es perdonar; perdonarnos nosotros y perdonar a aquel que nos ha herido de cualquier forma; repito, no por ellos sino por nosotros mismos.
Lo más sencillo es perdonar a otros; lo verdaderamente complicado es perdonarnos nosotros mismos. En general, somos crueles con nosotros, nos atrae ser víctimas e insistimos en auto-castigarnos. Esto es típico de aquellos que están dormidos. Si hemos cometido alguna falta, o dejamos escapar una oportunidad o por alguna razón no podemos cumplir con la meta que nos trazamos recurrimos a culparnos y censurarnos.
Quieren que les diga algo? En el 99% de los casos nadie hiere a nadie a propósito. La gran mayoría de las personas (incluyéndonos) no afectan a los demás deliberadamente. Piensen en el peor asesino. Piensen en los padres abusivos. Piensen en el Empleador déspota. Piensen en el amante traidor. La gran mayoría de ellos hacen lo que hace porque tienen una motivación (basada en sus necesidades y programaciones mentales). Así que antes de culpar y comenzar la espiral de resentimiento y odio, analicemos las motivaciones que empujaron a otros a herirnos y las motivaciones que nos empujaron a nosotros a auto-herirnos. El problema es que nos encanta juzgar y lo peor es que más de las veces no somos nada objetivos al momento de hacerlo, porque juzgamos en base a las etiquetas que imponemos y a nuestras programaciones. El perdón debe venir entonces como consecuencia del análisis que hagamos del juicio que hicimos sobre lo que nos afectó y quienes ejecutaron la acción. Una vez que revisemos las motivaciones y programas involucrados allí nos damos cuenta que sólo es nuestro Ego quien está resentido.
Ahora bien, perdonar no es olvidar. Pero tampoco es guardar resentimientos. Alguien nos hirió?, analizó que motivaciones tuvo y entonces me doy cuenta que esa persona realmente actuó de acuerdo a sus programaciones. Decido perdonarlo y no sentirme afectado por lo que sucedió, pero lo hago por mí, por mi bienestar físico y espiritual. Pero, ya conozco a la persona y ya se sus motivaciones y sus programas. La idea es no volver a tropezar con la misma piedra dos veces.
Quiero hacer énfasis en algo. Cuando no perdonamos nos envuelve una atmósfera de negatividad. Generamos energía negativa y esta se nos devuelve bloqueándonos. Nuestro resentimiento nos empuja a enviar deseos negativos contra aquel que consideremos culpable de nuestra situación, esos deseos afectarán a quien va dirigido y nos afectarán a nosotros también. Si esto ocurre individualmente, imagínense lo que puede ocurrir en situaciones grupales en donde varias personas tienen el mismo resentimiento hacia la misma (o las mismas personas) por la misma causa. Piensen en lo que está ocurriendo en nuestro País y de seguro identificarán a que me refiero.
Despertar es Perdonar. Pero más que perdonar, es no Juzgar; porque no tenemos ningún derecho para juzgar a otra persona por aquello de que el que esté libre de culpa que lance la primera piedra….
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