domingo, 11 de marzo de 2007

El camino lo escogemos nosotros

Puedo interpretar entonces que uno se forja el destino? y si uno no llega a cumplir con las metas ó tareas de la vida? Quién termina haciéndolas?

Amigos, todos somos Seres de Luz.

La Luz o el Espíritu de cada uno de nosotros pertenece a un mundo o dimensión en donde habitan todos los Seres de Luz. Cada espíritu pertenece a una familia espiritual y cada familia espiritual tiene una Misión en particular. Asi, existe la familia espiritual que esta relacionada con la salud, hay otra relacionada con la Fe, hay otra relacionada con la Paz y muchas otras más con diferentes Misiones. Si por ejemplo, nuestro Espíritu pertenece a la familia espiritual relacionada con la salud, entonces cada vez que vengamos al plano físico tendremos en nuestra vida actividades relativas a la salud.

Cuando nuestro Espíritu habita en el mundo de Luz estamos rodeados de los miembros de nuestra familia espiritual. Nuestra familia se nutre con el conocimiento adquirido por cada de uno de sus miembros a los largo de todas las vidas físicas que estos han tenido. Entonces, siendo nosotros Luz, tenemos nuestra memoria cósmica intacta, es decir, tenemos a nuestra disposición la memoria de nuestra familia (cúmulo de las memorias de cada uno de los miembros a lo largo de todas sus vidas). Dentro de nuestra memoria cósmica se encuentra el recuerdo de todas las tareas que hemos dejado de hacer en vidas anteriores y se encuentra también nuestro Karma.

La ley del Karma establece que cada ser viviente (plano físico) es responsable por sus acciones (buenas o malas) y los efectos de estas. El Karma es acumulativo. Las acciones que causan efectos positivos nos ayudan a ascender en la escala vibratoria de energía; las acciones que crearon efectos negativos deberán ser “reparadas” para convertirlas en positivas. La ley del Karma solo se aplica cuando actuamos desde nuestro Ego.

En otro orden de ideas, somos nosotros quienes decidimos cuando volver a venir al plano físico. En base a nuestra memoria cósmica, a nuestras tareas pendientes y a nuestro Karma, nosotros “escogemos” quienes seran nuestros padres en nuestra siguiente vida. Así, cuando regresamos al plano físico, lo hacemos con una maleta cargada de tareas: las tareas pendientes de vidas pasadas, nuestro Karma, la Mision de nuestra Familia espiritual y las nuevas tareas inherentes a los padres que escogimos.

Hasta acá todo suena relativamente fácil. Pero la cosa se complica un poco, pues al nacer en el mundo físico nuestra memoria cosmica es “velada” y solo tendremos acceso a ella parcial o totalmente dependiendo de nuestra capacidad de conectarnos con la Luz Divina.

Pero no venimos solos. Al nacer se nos asigna un Guía espiritual (otro miembro de nuestra familia espiritual). Este Guía tendra por tarea “ayudarnos” a que completemos nuestras tareas. Esa “ayuda” se manifestará a traves de sueños, casualidades, intuiciones, etc. Pero el Guia NO PUEDE interferir, solo puede ayudar. Somos nosotros quienes decidimos si aceptamos los mensajes o no y al final somos nosotros los que decidimos que hacer o no.

Yo digo que la vida física es como un juego de Mario Bros. Para llegar a la “meta” debemos acumular una específica cantidad de puntos y haber capturado en el camino los “tesoros” que nos permitirán sobrevivir en el siguiente nivel. Además, durante el juego se nos dan mensajes que si somos capaces de verlos podremos tomar vias rápidas o acumular mas puntos. El paso al siguiente nivel, lo que demoremos en hacerlo y los puntos acumulados siempre dependerá de nosotros